
Transformando juntos
SOBRE NOSOTROS
Mediante una agenda compartida, se están implementando cambios sistémicos para conseguir una visión de futuro construida colaborativamente.
En esta visión, Lleida acontece una región que, a través de fuertes redes de colaboración, capitaliza su geolocalización estratégica y recursos, capacidades y potencialidades endógenas para desarrollar un modelo competitivo y sostenible de economía verde, circular y altamente digitalizada. Este modelo refuerza sectores estratégicos y favorece la aparición de nuevos sectores y modelos de negocio en un entorno propicio, dotado de las infraestructuras y servicios necesarios para generar los niveles de bienestar y prosperidad necesarios para retener y atraer población y talento a la vez que contribuye activamente a la el logro de los ODS y la transición ecológica y digital impulsada a nivel europeo.
La alianza institucional, la visión de futuro como referente, la agenda compartida como metodología de trabajo, el modelo de gobernanza para gestionar las dinámicas y los procesos de la agenda, y el ecosistema territorial de apoyo a la innovación transformadora hacen de Lleida un entorno ideal para la ideación, prototipaje y escalar soluciones sistémicas que se puedan replicar en otras zonas rurales. Estas zonas rurales, con su capital natural, son imprescindibles para lograr los cambios de modelos de producción y consumo que el planeta y la humanidad necesitan con urgencia.
“LLEIDA, TERRA D’OPORTUNITATS”
UNA HERRAMIENTA PARA ACTUAR
Agenda compartida por cooidentificar retos y soluciones sistémicas.
Las agendas compartidas de la RIS3CAT 2030 promueven la transición de Cataluña hacia un modelo socioeconómico más verde, digital, resiliente y justo.
“Lleida, Tierra de Oportunidades” es la Agenda Compartida más representativa de Cataluña, que articulan, a través de un modelo de gobernanza participativo y flexible, la acción colectiva de los varios actores para afrontar el reto compartido del despoblamiento y los problemas y oportunidades que se derivan.
Características destacadas:
- El año 2018 parte de la identificación del despoblamiento como un problema complejo que necesita una perspectiva holística y dinámica.
- Centra la acción en el cambio, la transformación y el impacto colectivo, a partir de recursos endógenos.
- Fomenta el diseño y la experimentación de posibles soluciones y alternativas, para afrontar el reto.
- Implica, desde el principio, los colectivos afectados por la problemática que aborda, a pesar de que va más allá, con el objetivo de reproducir soluciones de éxito o implementarlas a más grande escala y conectarlas con estrategias y agendas más globales, como los SDG o el Pacto Verd de la UE.
Modelo de gobierno participativo, resiliente y flexible.
Una perspectiva holística y dinámica no puede estar sujeta a estructuras de gobierno rígidas como las que se utilizan para abordar problemas simples.
Las Agendas Compartidas requieren la definición e implantación de un modelo de gobernanza aceptado por todos los actores implicados, para traducir la visión y las posibles acciones transformadoras en iniciativas reales. Por defecto, este sistema de gobernanza es dinámico, flexible, participativo, y dispone de mecanismos porque todos los actores puedan
opinar en todo momento.
Es el caso del modelo de gobernanza de “Lleida, Tierra de Oportunidades”, que a pesar de tener una composición muy institucional, dispone de mecanismos para superar los ciclos electorales, porque el reto es más grande que estas dinámicas.
Entorno adecuado para el cambio sostenido en el tiempo.
“Lleida, tierra de oportunidades” no es una iniciativa concreta vinculada a un proyecto de tiempo limitado. Es la firme voluntad de impulsar cambios reales para conseguir la visión compartida del futuro. Esto requiere tener una estructura de trabajo sólida, no basada en convocatorias de financiación, sino en expectativas. Las convocatorias de financiación son una herramienta, no la finalidad.
Los retos no tienen soluciones evidentes; requieren intervenciones coordinadas de múltiples actores, con una visión sistémica que combina actuaciones a corto plazo con acciones a medio y largo plazo orientadas a una visión compartida de futuro.
En este sentido, existe un ecosistema territorial de innovación transformadora para promover la dinámica de la agenda y facilitar la identificación, diseño, prototipaje y escalado de acciones transformadoras, diseñadas para responder activamente a efectos y desarrollos inesperados, éxitos y fracasos.
Recursos para mesurar, evaluar y aprender.
El punto de partida para definir herramientas para mesurar y evaluar el impacto transformador real de las actuaciones de la agenda compartida, incluidos los Proyectos de Innovación Transformadora, es que pretendemos cambiar nuestro sistema actual, basado en recursos fósiles y procesos lineales por un modelo circular basado en recursos renovables y biológicos.
El carácter experimental e inclusivo de la agenda compartida requiere que la evaluación tenga un carácter formativo y continuado, dado que las intervenciones cooidentificadas pretenden potenciar prácticas alternativas al sistema actual que, una vez ampliadas, generan cambios reales en el sistema. Se trata de un modelo diferente a la evaluación tradicional, que se realiza al final de la intervención y de manera retrospectiva para emitir una valoración de los resultados de la intervención.
Por lo tanto, el enfoque de evaluación tiene unas características específicas que requieren el desarrollo de nuevas capacidades de evaluación:
- Pasa en tiempo real.
- Pretende mejorar la definición e implementación de una intervención, apoyando al desarrollo de estrategias y capacidades organizativas.
- Se produce en tiempo real y requiere procesos integrados a las rutinas de los participantes en los campos de la innovación (fase de cooidentificación).
- Se desarrolla a lo largo de todo el proceso posterior, desde el proceso de definición de la intervención, pasando por su implantación.
- Favorece el aprendizaje de segundo orden, (cuestiona creencias, visiones, perspectivas).